jueves, 13 de septiembre de 2012

Heridas...defensas...confusión...detras está la seguridad


Ante una herida sin motivo, ante un daño estúpido, muchas veces, nos lamentamos y sufrimos más de la cuenta por vernos así de lastimados de lo que duele en sí aquello causado. Nos sentimos humillados en la traición de nuestra confianza, nos sentimos frustrados por no detener la lanza.
Si tan solo nos relajáramos, si tan solo podríamos respirar....
Si viéramos que la punta apenas rozo nuestro cuerpo.
Seamos más grandes que el dolor de alguien que no tuvo dignidad, sino nos trasformamos en su victoria. Seamos más grandes que la diminuta inteligencia de alguien que no merece nada de nosotros, sino seremos tan pequeños como esa persona.    

No significa esto que debamos ser frios en demasia, ese método puede traer consecuencias adversas. Significa que debemos producir la defensa que mantenga nuestra fuerza. Porque si algo toca equivocadamente las bases de tu personalidad sabes, que eso es lo último que verás. Pues va a morir lo que eres y te transformaras en otra cosa.
Mas no digo que tal vez la vida nos haga las cosas dificiles y que debamos mejorar rompiendonos, sino que cada defensa de nuestras cosas mas intensas deben ser las mas dignas de nuestra propia humanidad. Que la última defensa sea la más fuerte si nos han de derribar.
Solo de esa manera podemos adquirir experiencia y estar en paz con lo que dimos.
Si sientes confusión, no dudes en nombrarte tus victorias, date seguridad... nadie puede pensar en la total adversidad de sus facultades. La verdad no la vez cuando todo esta mal. Asegurate de salvarte.
Heridas...defensas...confusión...detras está la seguridad, asegurate de obtenerla.

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