domingo, 16 de marzo de 2014

El cuarto extraño...



El estaba sentado petrificado en la habitación...
No sabia bien lo que hacia allí. Pero apareció de repente como por arte de magia. Tal si hubiese estado ensimismado en sus mas profundos pensamientos. Parecido a si despertara abruptamente en una tarde extraña.
Una pequeña mesa de madera se colocaba frente a él... esta era cuadrada, polvorienta y astillada. No se podía negar que era vieja tanto como pequeña; como para tan solo contener una hoja y una lapicera descansando en ella.

A pocos metros, justo por delante, una muchacha se sentaba en una silla que miraba hacia uno de los lados, lo que hacia que ella también estará mirando hacia el mismo. Sujetaba firme un libro grueso de páginas amarillentas y de tapa y lomo de cuero.
Ella se reía por alguna misteriosa razón mientras miraba hacia la nada...
Esta era la escena que se abría  y junto con esto, en la habitación  no parecía haber quietud....
Unos trozos desde el techo parecían desprenderse hasta caer al suelo. Aparentaban ser cenizas, papeles, incluso partes del mismo techo... Por que caían eternamente?.... alborotando el lugar, haciendo que se sienta desprolijo, desparramado, desordenado.
La información atrofiaba su mente... aunque los trozos caídos no llegaran a desesperarlo, ni a aterrorizarlo por su velocidad que de hecho no era rápida, si creía que en cambio, era caótico, enmarañado, molesto como un ruido.
Él sin darse cuenta se enfocaba en ella, aunque a su alrededor se caiga el mundo.
Afuera, unas gotas de lluvia salpicaban las superficies, se lo podía ver a través de la diminuta ventana con unos pocos palos de madera cruzados.Pero el jamás se daría cuenta de ello, ni siquiera cuando distinguía el tintineo de su sonido.



No se por que se me ocurrio esto. Me vino de la nada a mi cabeza y solo empece a escribir.
Lo que me dio el empujon y entusiasmo en hacerlo "palpable" fue aquella idea de un techo desmoronarse infinitamente. Como si se callera pero a la vez no ocurriera nada, como si al final no se destruyera. Esto demostrando una simbologia depresiva. Todo se derrumba eternamente. 
Una escena casi onirica...
Por otro lado, la mesa solo estaba con el objetivo de cumplir el destino que era que el escribiera algo.
Lo de la chica... no estoy seguro... 
Tal vez estaba loca por lo que él escribía  y esas hojas que anotaba podría formar el libro... incluso puede que la hoja que se encontraba limpia frente a él sea la última que el escribiría.
Puede que aunque este loca, ella se estaba riendo burlonamente de él....

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