viernes, 12 de diciembre de 2014

Raining...



La lluvia suena a través de la ventana. En mi habitación no hay nadie más que yo. Tal vez ese haya sido el hecho por lo que una rara sensación me invada.
Las imágenes vienen con el ruido hipnótico de las gotas chocar las superficies. 
Dónde estarás? qué es lo que estarías haciendo en ese momento?
Estarás ya en tu casa o aun viajando entre las frías figuras andantes? Estarás pensando mientras lo haces? en qué? en qué podrías pensar? Todo se vuelve gris.
El mundo se hace mas extraño.  

Una soledad se mezcla con el viento y comienza a llenar los espacios.
Apuesto a que habrá pasado eones desde la última vez que te hice reír.
Ahora compartes con otras personas esa alegría que te caracterizaba.
Al ver como me siento frente a lo que ocurrió me parece como si me estarían leyendo una historia escrita en hojas metidas en un libro que nadie lee, un cuento fantasioso. No parece cierto, nada es cierto.

Es una historia que jamás sabré como termina, porque no tuvieron tiempo de contarme el final y sobre todo, nunca sabré si es triste o feliz. De hecho ya no importa, la sensación deja en claro que parece que seguirá así... nada...
Tranquilidad en el silencio, tranquilidad en la violenta desesperación... nada. Ya no estás ni estarás afuera nunca más.
De lo que no me puedo olvidar es de cómo esa risa atraviesa las hojas escritas, desde cuando las palabras pueden tener sonido propio...? resuena en mi mente, con tu tono cálido.


Luego me separo de mi cuerpo para inspeccionar el universo.
Veo un cielo estrellado por donde aparecen nebulosas y auroras boreales. En el centro de aquel universo abierto y descubierto, surge un agujero negro inmenso. Es una imagen impactante. Alguna vez sentiste la sensación de que el universo estuviera mirándote desde alguna parte?... mas bien, no es desde aquel agujero que me miran, pero siento que una bestia infinita esta observándome y esta, a su vez, se da cuenta que la estoy viendo. La primera brisa corre. Una nueva espectral revelación golpeando a la puerta de mis ojos. Unos ojos abiertos de forma sorprendida en la clara expresión de "no puede ser". 
El agujero negro me llama, me siento atraído pero a la vez aterrado...
Las estrellas cercanas se pierden en la potencia gravitacional, hay un efecto óptico de ver los bordes distorsionados.. 

Siento algo referido a otras dimensiones, que me sugiere las noches cuando veía directamente el mar oscuro y sus olas inmensas. Me pierdo entre lo colosal. Algo así sentí al intentar ver a través de aquel hoyo negro. Junto a esta nueva concepción de espacio, una melodía siniestra se escucha junto con el movimiento lento de los cúmulos de estrella desplazándose.... una sirena... como si un ser cósmico estuviera presentándose.... una sirena que larga sus impulsos sonoros y que tarda en volverse a reproducir, una alarma de una maquina infernal funcionando... que encierra todos los misterios... una sirena fuerte y punzante como a la vez lenta... cada vez que suena tarda un tiempo hasta que sus vibraciones se dispersan lo suficiente como para entender que se esta desvaneciendo pero sin llegarlo a hacer. Quizás si lo apagara, si se dejara de escuchar, no veríamos las agujas del reloj andar.



















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