Tranquilidad de algo vivo durmiendo y no de la quietud de lo muerto...

De repente, volteando mi mirada hacía el interior de ese oscuro rincón, todo se volvió a llenar con una calidez que el frío había suprimido por años enteros... 
El tiempo comenzaba a correr agitando fuertemente sus pulsos renovados, enérgicos. Desprendiendo esa maldita sentencia y condena arraigadas bien profundo. La falta de una razón asignada para seguir, había puesto una particular sensación de fracaso completo.
Me di cuenta abriendo mis ojos con la sorpresa de una verdad descubierta. Es esa tranquilidad y silencio de sentir "algo vivo" dormitando en silencio, algo vivo y mágico... esperando a ser despertado, aunque no vea nada claro de aquel otro lado. 
Porque nada me podía dar la seguridad de encontrarme con algo,
nada podía decirme que me arriesgue cuando todo parecía devastado. Sin embargo una sensación dentro 
me hacia seguir creyendo en un mundo alejado de la miradas ajenas. 
Me di cuenta que no era esa tristeza de algo vacío y muerto. 
Quizás... lo había olvidado, hace tiempo que me dedique a dejarlo apartado... había supuesto equivocadamente con la razón de "lo obvio" del "nunca jamás". No había cambiado, no estaba sepultado en un ataúd lleno de gusanos, simplemente descansaba y por eso de la quietud, y por eso la desesperanza agotando mi cuerpo.
Algo se agitaba en las sombras y se cubría con sabanas de misterio. Podía llenar mis pulmones y comenzar a andar. Podía dejar esa tristeza que me hacía tapar mi rostro de vergüenza... e ir al encuentro saciando mi voluntad exaltada. 

Pudieras suponer que es un bosque oscuro y podrido, lleno de suciedad, pero para mí se siente la presencia de algo inmenso y solo con ese hecho tu corazón se hace henchido.
El silencio no contiene un peso denso de un engaño, mas bien te hace libre y liviano.
Allí hay algo... eso es la primera conciencia que hace despabilar tu alma cansada... se aniquila la inexistencia... ya no estas del todo solo...
Tienes miedo porque es una bestia colosal, pero a la vez quisieras arriesgarte e ir a saludarlo.
Quizás es por su respiración que la brisa corre, y por lo que se llena el aire con luciérnagas danzantes, tal si se dispersaran chispas mágicas, pequeñas estrellas azuladas, en una noche especial dándole un brillo particular. 
Espero que siga vivo y no se este muriendo.
Pero viendo como trasciende lo superfluo puedo estar seguro que su vida no es menos que eterna.