lunes, 15 de febrero de 2016

Interrupcion...


Hace poco pensé en la constitución e integridad de las personas. Ya sabes... plantear la estructura básica de lo que "es".
Pero qué es lo qué es?...
Mi mente insignificante no podría jamás hacerse una idea cercana a lo real.
Me vi envuelto en fantasías abstractas y de repente recordé de como la luz se filtraba en un día soleado por una ranura de la pequeña ventana de mi baño, cuando estaba saliendo de ducharme.
Si vieras como me llamo la atención ver ese haz de luz... Entonces me acerque a verlo... Cómo se proyectaba hasta terminar en la pared, su color, su forma. 
Pero lo que más me intereso fue que ese haz de luz me mostraba las partículas que flotaban en el aire... el humo producido por el vapor, pequeños puntos de agua danzando sin una dirección aparente.
La cuestión no termina ahí... yo acerco mi mano para tocar ese haz de luz. Y descubro que sin ni siquiera tener contacto... las partículas reaccionan ante la cercanía empezándose a alborotar. Quizás era el calor que producía mi cuerpo, o alguna energía desprendida de mi mano, o quizás la corvatura en la gravedad a través de posicionar materia sobre determinado espacio. No supe bien. Pero me interesó ver que de algo funcionando de forma aparentemente constante y calmo empiece a descontrolarse. Ya sin ninguna lógica, sin ningún patrón especifico, solo puntos corriendo azarosamente. 
Me imagine en un mundo hecho por pequeños puntos en medio de una inmensa oscuridad, donde la interacción de los mismos, su cercanía y su movimiento harían que veamos las cosas de determinada manera, con cierto color, forma y aroma.
Según tengo entendido las células son el elemento mas diminuto a lo que puede considerarse con "vida". 
Sin embargo creo que incluso en las partículas subatomicas hay algo de esa llamada "vida". De otra manera no sería posible muchas cuestiones.
Había encontrado al menos algo curioso en ese desarrollo de ideas; cuando no veo nada en el aire, en realidad hay partículas que interactuan conmigo en todo momento sin siquiera darme cuenta.
Allí donde no vemos nada, en realidad hay un mundo detrás.


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