Por qué las agujas siguen marcando
ese silencio tan exacto,
que se queja, se retuerce y se asfixia,
con un silbido de una respiración defectuosamente dañada,
Ese silencio que gira en círculos y se raspa con las piedras hendidas,
queriendo escapar de la oscura caverna donde reside la bestia,
cual monstruosa boca del fondo de las tinieblas exhala de repudiable placer,
produciendo un incomodo calor repugnante,
por el efecto de algo vivo e inquietante,
Un calor que se siente en la presión irregular de la piel en puntos indeterminados,
y que hace reverberar la maya del espacio
que contienen todos los tiempos desencajados.
Ese silencio que susurra con sus labios secos
al abismo perdido en el rincón mas lejano...
para fundirse juntos y ser tan eternos como huecos.
Ser tan perdurablemente efímeros y difusos.
Para hacerse parte del todo reflejado desde la nada.
Por qué las hojas quedaron escritas llenas de palabras vacías,
de sentidos perdidos en segundos difusos volando como cenizas
Acaso no las ves diluirse en una nota alargada hasta su descenso?
Qué diminuta línea separa una ceniza perdida de una chispa de magia.
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