domingo, 12 de noviembre de 2023

 

Era la madrugada cuando estábamos preparándonos algo de tomar con mi hermano, y mi mascota nos indicó que quería salir de forma insistente. 

Después de pensarlo unos segundos accedí.

La noche estaba aparentemente calma. Pero mientras, algo se revolvía en los espacios profundos dejándome intrigado. Algo que traía el revoltoso viento. Soplaba con fuerza como cuando se avecina una tormenta. Sin embargo, las nubes no parecían anunciar aun la lluvia.

Esa imagen fue... extraña.

Mi perro mirando al horizonte a través de las rejas, su pelo ondulándose recibía la intranquilidad del aire. A veces él olfateaba, otras ladraba constantemente a sus fantasmas lejanos. Mientras el viento bailaba en el decorado al son de una melodía que solo él conocía.

Hizo que me volvieran sensaciones... sensaciones de cuando alguna vez habría presenciado ese enojo del viento. Como si algo estuviera viniendo. 

El futuro estaba allí, abalanzándose sobre nosotros, ya preparado.

No me sentía mal ni tampoco tenía miedo. Pero era extraño y a la vez agradable sentir su movimiento.

Hace mucho que no aparecías. Y yo necesito volver a conectarme contigo.

 "un cristaloptero anemo envuelto con cuerdas doradas... y entonces emerge una luz de esa pequeña lampara de cristal"

 Aun lo recuerdas verdad?

Su sonrisa marcada en un rostro ilusionado. Iluminado. Extasiado.

Las ganas de querer gritar de felicidad. Recuerdas lo que era sentir que no estabas sobrando y que nada de eso podía ser verdad.

No poder creer tu suerte o cómo era posible que te traten así de bien cuando no te esperabas ser la alegría de nadie.

Recuerdas la seriedad resuelta, el temor encontrado. El espanto en un suspiro que te anunciaba cuanto habías fallado. Recuerdas la rabia y el enojo, los gritos desesperados quedando quietos en el silencio revolcándose y retorciéndose hasta el cansancio. 

Recuerdas asfixiarte entre las sabanas por el llanto desgarrado o la nostalgia en las nubes llenas de agua muriendo de desencanto.

Recuerdas la imagen dañada de una persona tan impresionada que intentaba controlar el pulso de una mano que temblaba al taparse el rostro ensuciado para no sentirse observado.   

Venas palpitando con sangre eléctrica. Rio de fluctuaciones donde convergen los nodos en todas direcciones. Llegando a los servidores, nutriendo las sinapsis de los coágulos conglomerados en las inmediaciones, que congelados se repiten en inhibidores. 

Se conectan los pines a los puertos que tienen indicaciones, que siguen intenciones y escriben comandos que simulan emociones.

Tentáculos negros devorando ciudades. Cajas negras donde las redes enmarañadas tejen conexiones artificiales sin colores.

Respiraciones de humos y vapores saliendo de las bocas altas y en las rejillas de las cloacas. Suciedad y manchas en las superficies descuidadas.

Bloques como murallas que encierran la libertad y un cielo falso decora el lugar. Un cielo a través de una pantalla negra e inmensa. Que refleja los sentimientos de la voluntad que en él ingresa.

De la que solo algunos traspasan con su mirada, para revelar y señalar las estrellas regaladas, que con su brillo enternecen las almas desaventuradas.

Mucho espacio para su alma pero poco espacio conteniendo la nada, donde se acumula la basura, las estructuras o las personas apretadas en una calle asfixiada, en un trafico colapsado de la que solo se forma caos.

A veces nacen sueños de entre todo el desprecio, a veces una esperanza en forma de voluta de polvo sale desprendida flotando hasta la torre mas alta. Volando entusiasmada. Crecida en la grieta donde su interior se expone en decadencia, mostrando la herida escondida de los rincones que la reflejan.

Cómo puede la belleza nacer de tal resquebrajado cristal descuidado. Donde incluso los pies andantes se lastiman con su peso inanimado. Las calles están manchadas de sangre. Solo que nadie las ve.

A veces me parece que esos hilos negros que palpitan en las tuberías, detrás de las paredes y en las orillas, también tienen vida.

A la noche las sombras se alargan para observarnos como un detective, escondiéndose tras un rincón o un farol. O desde las esquinas de los callejones donde terminan los cruces.

Una flor cae en las aguas turbias de las alcantarillas. Él la vio deslizarse con las lágrimas del cielo marchando desde las veredas.

En el núcleo de las cenizas crece una semilla disfrazada de humanidad.

Ellos la esperan con sus pensamientos evocados desde la distancia, arremolinados sentimientos saliendo de las ventanas.

Pronto vendrá un nuevo entendimiento. Tan solo espera.

Sus caras se revuelven en un remolino. Cuan intenso aroma me pierde en las sombras.

Cual agite desbordante se asemeja al brebaje en una cacerola chispeante, movido por la cuchara de una bruja rencorosa. Que con entusiasmo mezcla para poner a punto su formula virtuosa.

Un pequeño caldo se arroja con intensidad en toda su pasión, salpicando el liquido que se turbulenta con evidente decisión. 

Esas caras serán aferradas con recelo y lanzadas a un vórtice de espesa textura que efervescente se alza en agonía donde se tuercen las agujas tenebrosas, desgarrando al andar del caos incierto.

     

 

Era uno de esos momentos en donde te encontrabas extraño. Mirando perdido algunas ideas de la vida sumadas a sensaciones del pasado. Estaba la vida contrarrestando las teorías, o poniendo a prueba tu juicio en una sentencia perpetua por si te encontraban loco.

Cuando de repente te viste viendo el reloj puesto arriba del mueble. Ah ahora funcionaba. Alguien había reparado su destartalado andar y podía marcar la hora adecuada. Pero algo te hizo abstraerte en su figura circular y que no parecía tener fin. 

Mientras estabas haciendo, pensando, caminando, existiendo... él estará implacable atravesando las direcciones en lo eterno.

Te frenaste por un instante entendiendo... que ese objeto en realidad no era tu enemigo. No era mas que un intento burdo por demostrar un concepto perdido que se te desvanece y esfuma cada vez que intentas hacer una incisión profunda.

Pero ese objeto no tiene idea de tu vida. No tiene idea de los esfuerzos y de las caídas. Aunque lo que esta detrás significando el concepto puede que lo sepa. Y mi invita a pensarlo una y otra vez, en circulas y entre suspiros mientras tuerce con su mano el mecanismo para que aquel pobre reloj funcione.