jueves, 21 de enero de 2021

Indefensión Aprendida...

 


Había escuchado hace mucho tiempo sobre ese término... la "indefensión aprendida". Desde entonces había asociado alguno de mis momentos a ese estado, a aquel estado en donde uno ya deja de luchar por lo que quiere, para simplemente esperar a recibir el "impacto". 

Volvía a veces a plantearme sobre el asunto. Si la experiencia es mala, de forma repetida, continua o desde un balance general, puede generar una falta de respuesta a lo que uno cree inevitable. "No importa lo que haga, siempre pasará algo malo", "no vale el esfuerzo, al final no me valora"

Como aquel experimento en donde sometían a un grupo de perros a descargas eléctricas que podían frenar con una palanca, pero para cierto grupo esa palanca no hacía nada, no funcionaba.

Entonces notaron que los perros con las palancas sin funcionar adquirían, poco a poco, un comportamiento. Dejaban de intentar escapar a las descargas. Simplemente se limitaban a recibirlas. 

En un segundo experimento esos perros, con la indefensión aprendida, eran puestos en un mecanismo igual pero esta vez, a diferencia del anterior, podían frenar las descargas. Sin embargo ni siquiera lo intentaban porque ya habían aprendido anteriormente que no funcionaría. Y actuaban así, con la triste verdad de que, sin saberlo, presionando la palanca quedarían libres de las molestas descargas.

Creo que esto mismo le pasa a los humanos. En algunas ocasiones intentarlo solucionaría el problema, pero no lo hacemos porque aprendimos mal. Creemos que es comparable a anteriores momentos donde lo hemos intentado. Asumimos que la situación se desarrollará como un mecanismo estricto y que este tiene unas variables semejantes a lo ya experimentado, por lo que sería de estúpidos esperar un cambio. Creemos de antemano que nos arrojará un resultado negativo.

No solo estamos hablando de procesos mecánicos tal como A + B = C

Para muchos todo esto puede sonar a tecnicismos fuera de la práctica. Pero aquí también se puede hacer referencia a la "esperanza", si se quiere. Es decir, términos mas "cercanos" los cuales afectan nuestra vida.

Lo que es el mundo y cómo funciona. Nuestro control sobre las cosas. Incluso nuestra personalidad.

No les sucedió nunca en la adolescencia tener esa rebeldía para oponerse a las normas? y no les pasó que llegó un momento en donde se sintieron tan pequeños frente a todo, tanto que no llegarían a cambiar nada?

Tenemos límites. Y estamos constantemente poniéndonos a prueba a nosotros y a lo que percibimos, para conformar lo que es nuestra realidad. A veces lo que creemos como inevitable es una farsa.

Claro que nuestro cerebro agrupa cosas y aprende a identificar patrones para facilitarnos la vida. Sino estaríamos constantemente temerosos porque veríamos todo como algo desconocido y nuevo. Y lo nuevo es un potencial peligro. Es por esto que nos es mas cómodo cuando estamos ante situaciones conocidas. 

Pero cuando veamos ciertas señales, no etiquetemos de una. No dejemos interpretar a nuestra mente con sesgos cognitivos. Aprendamos a ver entre líneas.

Todo se vuelve mas complicado cuando hay cierto nivel de aleatoriedad. 

No es viable, sin embargo, desesperarnos. No intentemos explicarlo todo. La vida puede que se desarrolle con procesos lógicos paso a paso. No obstante hay un componente de "no linealidad". En donde los sistemas, aun autoregulables y con retroalimentación, pueden contener detalles tan minúsculos fuera de nuestro alcance, que sin saberlo alteran toda su evolución.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario