El polvo destellante de tintes azulados navegaba por los surcos ubicados en la piel de su mano.
Con unas pequeñas chispas borbotaba lleno de poder y elegancia, semejante a las gotas de lluvia marcando las siluetas cuando las superficie contienen su impacto. El acto le pareció como si una bestia indómita se acercara a él para ser acariciada. Tan único y hermoso que podría haber estado soñando.
Ese gesto del aire, o de la naturaleza, le llenaba de felicidad y tímido aunque también temeroso, se permitió reposar en el momento...
dejando su pesada cabeza en el hombro suave de aquella nueva consciencia. Tal vez cansado por el gran recorrido de su viaje. Mientras sus agitadas respiraciones se coordinaban.
Supo por consiguiente que ese impulso que había tocado la punta de sus dedos y recorrido con delicada majestuosidad la completa integridad de su mano, ya estaba en todas las cosas... y antes que llegar a reflexionar en ello, la reflexión misma se había encargado de decirlo...
La prueba era la locura de sus recorridos, las conexiones en nodos aparentemente distantes dentro y fuera del mismo espacio, la multiplicidad de opciones, las dualidades y los matices, la incomprensibilidad de las razones, la vida misma de la voluntad descabellada.
Era lo que estaba bailando junto con el viento, trayendo los susurros de las hojas del suelo. Lo que soplaba por los poros de las flores, y respiraba junto al agua. Se recostaba junto a los troncos caídos en la eternidad del letargo y vestía a las fuertes rocas de moho. Era lo que moldeaba las imponentes montañas y palpitaba con suavidad bajo la tierra. Hasta llegaba a extender sus brazos y alcanzar la potencia del cielo en la implosión final de los sucesos. Y arder en el presente, y esperanzar el horizonte y revivir el pasado.
Pensó en que probablemente le daba vida a las cosas y también era lo que se las quitaba. Tirando desde sus almas para hacerse con lo que le pertenece cuando la hora era la indicada.
Era lo que le da brillo a las estrellas y lo que canta cuando estoy en silencio conteniendo mi esencia tras los muros de mi cabeza.
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