A veces se vive tan extrañamente, tan complicadamente, que uno de alguna forma piensa que hay algo detrás... una razón ubicada en cada centímetro, en cada segundo y en cada lugar.
Uno intenta entonces desentrañar todo como si se tratara siempre de algo que nos lleva unos pasos a delante, un enemigo, o un rompecabezas que no se detiene en ningún momento.
A la defensiva por tanto tiempo.
Tal vez haya miles de razones, pero no tengo que estar siempre adjudicándome la responsabilidad de obtener los significados correctos, como si mi vida se iría si no fuera por ello.
Ultimamente puedo estar mas tranquilo y sacarme el peso de encima que antes me parecía que tenía.
Puedo animarme más a ser aquello que nunca deje de ser, pero que con tantas cosas malas me olvide.
Sé que se trata de puntos de vista.. de momentos. No me quiero pensar como alguien que se va desganando y perdiendo. Como alguien que se va endureciendo, siendo más frío. Es horrible ver a personas por lo que antes habías dado tu vida y notar tanta indiferencia. Es en ese instante cuando uno no entiende y busca una reacción acorde.
Mejor dejar toda eso a un lado y dejar que las cosas si tienen que ser diferentes se acomoden. No soy el amo de la verdad, ni el perfecto. Me lo tomaré como un aprendizaje, mas desde ese lado que enciende unas expectativas atractivas y emocionantes, y no tanto como la tortura y agonía.
No ser tanto la víctima y empezar a ser la persona que no entiende nada al ver esas cosas cruzar por su lado, como un visitante observando algo nuevo.
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