sábado, 1 de diciembre de 2012

Wind...




Era una noche en la cual el viento parecía querer jugar con el entorno... no por su agresividad molesta que tironea de los pelos hasta dejar una maraña desordenada en la cabeza... sino por su energía extraña que no tardaba en sentirse en el pecho...
pero él, podría haber casi jurado que vió su arremolinada forma subir, como si se tratara de una dama elegante, alcanzando puntos curiosos y particulares. Como una ola enrollándose en estos...
descubriéndose inocentemente con el polvo, aunque quizás no le importe que alguien lo vea.
Si no fuera porque era tarde, quizás alguna madre tenga que salir a correr a su niño en el medio de un paseo tranquilo, porque seguramente se iría repentinamente a perseguir al viento curiosamente, con la atracción desbordando su cuerpo, llamandolo sin siquiera hacerlo, o susurrar un palabra a su oido.
Esa noche el elemento natural, dejaba de ser un mero hecho, para parecer estar vivo, moviéndose con conciencia propia de aquí para allá.
Rozando lo alto de los faroles negros, para intentar apagar divertido, la luz aun sin lograrlo. Chocando con la punta de sus dedos las hojas de los árboles que susurraban a su paso.
Allí estaba bailando la dama blanca, con pasos de bals y giros de felicidad, solitaria...
No había sin embargo un motivo claro de fiesta, la vida pasaba triste... y los hombres nunca podrían verle... así que nadie sabría bien porque hay días en los cuales su energía cambia...
El veterano Grinnots había salido a las escalerillas de su puerta a fumar, y la señora Danils sacaba la basura paranoica.
No había nada común entre ellos, nunca se habían visto, ni siquiera cruzado palabras. Pero algo generaba que todo esté conectado, incluso para ellos... que todo esté conectado con todo esa noche... Realizaron la misma acción, en el mismo tiempo... de mirar al cielo, las estrellas intensas, que los tranquilizaron por segundos hipnoticamente. Y esas miradas... viajarían más allá del espacio que se percibe en el horizonte, para romper la dimensión y esconderse del tiempo en segundos minutos y horas... Quizás era esa noche particular... que modificaba el mundo... quizá era es noche, donde el aire liviano destensaba sus músculos cansados cuando llenaban sus pulmones de él, incorporando su energía, su vitalidad... tal como si contagiara su entusiasmo...
Por qué interrumpieron sus vidas para alzar su mirada? qué es lo que hizo que hagan eso?
Los ancianos y asquerosos ladrillos del muro en la calle Linwitdch tuvieron escalofrío cuando el viento los rozó despojándolos de su eterno sueño. Ellos se sacudieron observando, intentando comprender qué es lo que se había acercado.
Pero aunque todos notaban algo extraño, al punto de estar confundidos y pensar que podría ser solo una impresión psicológica, también era verdad que la sutileza de esa naturaleza era extrema, tanto como para que pase desapercibida por el gato negro de Vivian... interesado en atrapar algo entre los rincones.
Tal vez haya algo, tal vez no... esa también es la fuerza del misterio... encender la chispa de la magia, pero a la vez hacerlo de una manera tan delicada para no dejar estar al otro del todo seguro si es verdad...
 disfruta dejándonos con la duda... se regocija jugando con los limites.
Pero mañana sera un nevo día... y tal vez la dama ya no esté más... 

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