El día no era bueno… algo le hacía entender, en el ritmo de su trascurso, que estaba desencajado.
No era nada agradable, sino todo lo contrario, le parecía extraño, ilógico, incomodo...
Y sabia lo que traía eso... Las perspectivas son siempre alejadas de la realidad…
Pero... esa tristeza en el rincón, o escondida en la esquina, le empezaba a decir cosas. Lo engañaba, le mentía... mostrándole la supuesta verdad de forma cruel... "esto es lo que es"
No había forma de evitarlo...
Fue cuando descubrió que en el exterior parecía haber más personas malas y, sobretodo, que las situaciones siempre fueran adversas...
De a poco, minuto tras minuto, hora tras horas, se intensificaba esa sensación. Y no era solo en terrenos desconocidos, también dentro de su casa… el cuarto estaba acurrucado, encerrado a la tormenta de afuera.
Aquellos pequeños cuadros decorando cada pared se transformaban en inmensas imágenes de familiares con rostros serios, mirándolo acusadores... casi como si estuvieran enojados por un motivo incomprendido... el vivo reflejo de lo que fue para ser recordado…
Así que no encontraba nada animado o interesante...
Y no había nada en ningún lado que valiera la pena para realizar el próximo respiro...
La mente acompañaba las horas con su música más triste... el tintineo de las gotas, el ruido de un auto alejándose.... la canción de fondo con violines y pianos de la película de drama en la televisión encendida que nadie veía...
Las cosas cambian, y ciertamente cómo cambian... demasiado…
Una ambulancia pasaba ahora, enfrente de la ventana por donde miraba, la sirena se mantuvo largo rato hasta finalmente desaparecer... mientras permanecía sentado, viendo el mundo abrazándose a él mismo como si nadie pudiera hacerlo por él...
Los colores se destiñen dejando matices más fríos y las risas son apagadas quedando sin energía... o como si fueran vaciadas de su encanto.
Cada detalle de las cosas se percibía desde un ángulo mucho más extraño, rozando lo imposible. Mirar lo que antes era el resguardo del living ahora era un largo pasillo, extendiéndose morbosamente con deformaciones de terror... o aquel espacio alejado, siendo la esquina en el suelo que se escondía debajo de aquella cama... a él se le presentaba la visión de estar mirándose a si mismo desde allí, directo a sus ojos, como si estuviera mirando a través de un monstruo agazapado al nivel del piso de madera, con la cabeza inclinada... llevando las perspectivas a un punto de fuga completamente diferente....
Los sonidos le intentaban demostrar que había vida... pero le venían sus propios pasos, el roce de su ropa, el viento, el reloj, el zumbido del silencio o el agua corriendo...
Porque parece que en este momento lo único que existe es mi soledad...
y lo más feo es esperar un abrazo o que simplemente alguien llegue, o escuchar a tus conocidos acercarse, pero cuando esperas, comienza a escucharse pequeños quejidos, tus quejidos... que te desesperan, y mientras más aprietas para aguantar junto con tus ojos, por donde se escapan las lágrimas, más quieres y necesitas a alguien... sin embargo solo suena tu llanto en respuesta, perdiéndote en el dolor de sentir a nadie allí, que no puedes hacer nada por aquel que sentiste crecer y con quien atravesaste todo… simplemente tu mismo…
Le habían quitado sus ganas, sus fuerzas, su felicidad... por eso era que se abría el tiempo en la demanda del amontonamiento de cada situación… como un acto natural hecho para procesar lo debido, soportarlo o mantenerlo vivo… solo que le tomaría toda su vida recuperarse de algo así… el proceso de su afrontamiento…
Cuánto creen que pueden duran las historias?
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