Era la madrugada cuando estábamos preparándonos algo de tomar con mi hermano, y mi mascota nos indicó que quería salir de forma insistente.
Después de pensarlo unos segundos accedí.
La noche estaba aparentemente calma. Pero mientras, algo se revolvía en los espacios profundos dejándome intrigado. Algo que traía el revoltoso viento. Soplaba con fuerza como cuando se avecina una tormenta. Sin embargo, las nubes no parecían anunciar aun la lluvia.
Esa imagen fue... extraña.
Mi perro mirando al horizonte a través de las rejas, su pelo ondulándose recibía la intranquilidad del aire. A veces él olfateaba, otras ladraba constantemente a sus fantasmas lejanos. Mientras el viento bailaba en el decorado al son de una melodía que solo él conocía.
Hizo que me volvieran sensaciones... sensaciones de cuando alguna vez habría presenciado ese enojo del viento. Como si algo estuviera viniendo.
El futuro estaba allí, abalanzándose sobre nosotros, ya preparado.
No me sentía mal ni tampoco tenía miedo. Pero era extraño y a la vez agradable sentir su movimiento.
Hace mucho que no aparecías. Y yo necesito volver a conectarme contigo.
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