qué
paso con la vida? qué paso con las emociones?
Ahora
cada vez me conformo con menos. Cuando era más joven veía a algunos adultos tan
amargados... no los comprendía. Ahora entiendo... la vida nos endurece, nos
exprime hasta secarnos, dejando unos ojos
distintos.
Antes
era uno de los “mellis” de quien solían hablar unas chicas a la hora del recreo
en su colegio. De quien se esperaba mucho, y en el que muchas personas
adjudicaban su respeto. Aquel que tenía futuro… pero sobre todo aquel que aun
no teniéndolo podía soñar con una fuerza sin igual…
Ahora
quién soy?...
Lo
curioso era que aquel chico que alguna vez estuvo atento en la escuela, o
desinteresado de la materia, tal vez estando inconsciente de lo que venía,
pensando en tantas otras cosas que no tocaban
las
puertas del infierno, riendo por una broma de algún compañero o
desarrollando
una idea fuera de aquellas paredes, mirando por la ventana, ahora jamás detendría las imágenes que se le
venían a la cabeza. La tragedia nos trasciende, nos antecede a pesar de que
la formación nos haga buenas o malas personas.
El
esfuerzo solo a veces no es suficiente. Si no viene con resultados, pronto se
determina que fue un total fracaso.
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