El exterior ingresando en mí.
Generalmente me gusta ver este tipo de imagenes y de reflexionar al respecto de lo que representan sin conocer las intensiones reales y especificas del autor.
A veces nos podemos encontrar con que expresan conceptos claros, otras veces la interpretación es diferente de cada quien.
La primera idea que produje al ver la imagen es justamente... esa sensación que tenía antes cuando veía la vida con algo más de magia (ultimamente me siento demasiado desanimado)... esa sensación de ver al universo intenso y vivo... realmente vivo, innegablemente funcionando.
Recuerdo ver la inmensidad y no poder evitar respirar profundo por la sorpresa de las revelaciones...
Ese aire, ese aire nuevo que ingresaba por mi cuerpo no era igual a siempre...
ese aire... me llenaba... me hacia sentir completo... me inundaba... me desbordaba. Retenía algo que jamás había contenido... y me aferraba a ello a dientes apretados sin saber exactamente por qué... o quizás algo en lo profundo lo sabía sin titubear.
Era el momento en donde yo dejaba de ser yo... y aquello externo dejaba de ser algo meramente externo...
los limites a veces dejan de existir. Yo era el interior y el exterior, y el exterior era tambien yo.
Allí es donde se desprendian los matices y las imagenes impactantes.... los planetas y sus orbitas, las millones de estrellas brillando con intenso fulgor ya no más fuera de mí... la potencia de los mares y la vida... el misterio del universo entero.. la belleza de las auroras boreales, las formas extrañas de las constelaciones, con polvos de diversos colores viajando por el infinito monstruo del espacio.
Algo parecido a que si uno se tragase el exterior.
me encanta la manera en que expresas este tipo de reflexiones
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