sábado, 7 de octubre de 2017

Movilidad y quietud...


Hubo tantas veces donde la desesperación fue asfixiante.  
Tuve que aprender a lidiar con el problema improvisando mecanismos en la marcha.
"Algo puede ser miles de opciones a la vez" pensé. Con lo que ya no había seguridad alguna.

Había tiempo para dormir, mientras tanto prefería ver al frente cuando se desplegaba todo un cosmos entero que ardía en ocasiones con intensos colores, atrapando en sus fibras incluso al negro vacío. Aunque mucho era increíblemente asombroso, también no faltaba la incomodidad. La degenerada perversidad de la corrupción, el tumor maligno pasando a través de un chequeo mal implementado.
Recuerdo a las horas alargarse. Sentir la caricia de los recuerdos memorables y sentir la agitación de los peores miedos acoplarse a la grieta que no hacía otra cosa que agrandarse.
Tal vez el fin de los mundos creados, esos que nacen en nosotros gracias a ideas e imaginaciones, tengan un cataclismo colosal terminando en un agujero negro en el centro del pecho, al igual que en el mundo real explotan las estrellas. Y no necesariamente saldrá algo bueno de eso.
Dicen que se debe "seguir". Pero tal vez ese seguir tenga más que ver con la muerte que con otra cosa.
Quizás la búsqueda también nos mate...
Somos quienes intentamos tener una esencia, algo que nos identifique como único, tener eso propio de nosotros... e intentamos mantenerlo a costa de cualquier cosa. Por eso surgen muchas de las "tragedias"... simplemente es alguien luchando por el objetivo de no perder lo que piensa lo hace diferente. Puede matar a sangre fría, puede creer que aquello por lo que está generando tanto mal es en última instancia algo “necesario”.
Aunque cuando eso específico, que nos hace diferentes, no puede existir por tal o cual motivo, en consecuencia, el portador también se extingue.
Parece que lo que sigue viviendo es entonces una forma totalmente alejada a lo que pensamos... constantemente sujeta a cambios. Resistir, mantener las formas cuesta más que quien se adaptan, o más que aquellos otros que directamente cambian. Mutantes...
No lo diría nunca de una manera despectiva, todos tenemos un grado de cambio. 
Tal vez somos formas indefinidas y abstractas intentando pelear contra la naturaleza.
La adaptación supone esfuerzo... tiempo, dar formas moldeándolas con unas manos trabajadoras (conscientes o inconscientes), crear y destruir a partir de bases con la sutileza suficiente para no tirar estructuras necesarias para la vida. Así que mantener algo solo será posible mediante ese proceso de adaptarse. Sino aquello querido terminará muriendo. Y cómo cambiar lo suficiente para mantenerlo libre pero sin transformarlo demasiado como para que deje de ser? 
Donde está el error entonces? En intentar cambiar? En no hacer nada?
Parecemos impulsos trastabillando con el paso que nos pisa y nos sobrepasa muchas veces, intentando mantener la marcha. Somos variantes, instancias que se solapan, saltando constantemente entre un mar de posibilidades infinitas. Somos explosiones químicas de miles de formulas interactuando entre ellas sin tiempo para ordenarlo todo. Somos brebajes salpicantes dentro de hoyas regulando el fuego que las quema. Somos ecuaciones arrojando resultados mientras nos escribimos o nos escriben. Y somos mucho más que todo lo anterior mencionado.
Algunos se reirían de que yo le ponga importancia a la cordura y al sentimiento. Pero esos son elementos que pueden destruir otros mundos.
Lo peor de todo es que muchas cosas de todo esto, de mi vida... deberían resultarme divertidas. Pero lo único que supe hacer es estar aterrado.
Cuando debería haberlo disfrutado, tomar aventuras, bromear… una sombra se alargaba en la otra punta y yo volteaba para verla con mis ojos, así no creer que me volvía loco..
Pero de hecho lo estaba haciendo.

Quizás sea que siempre hay una sombra detrás, gestándose en los rincones… imperceptible, invisible…
Y no es cuestión hacer de cuenta que no existe… es muy probablemente mejor aprender a vivir con ella.
El movimiento tiene solo un grado de predictibilidad y es que simplemente los pequeños puntitos se moverán a aquellos lugares donde lo dejaran moverse. Se moverá a otro punto de donde se encuentran, vera la chance en los espacios vacíos.
Pero a que se debe su movimiento? Será una vibración, un impulso… pero cual es su origen?

Somos vida, si hay algo de consciencia, viene incorporadas desde las partículas minúsculas moviéndose.

Tal vez aquella combinación entre la movilidad y quietud, forme concentraciones de vida y muerte… creando ciclos en bucles infinitos.
Tal vez sea una mezcolanza de ingredientes indeterminada, donde hay infinitud de información. Nosotros queremos darle el sentido… queremos brindarles una causa. Pero por qué?
Quizás miremos arriba porque el impulso viene desde lo profundo del universo. Donde puede habitar lo desconocido, lo que nos influye desde el comienzo y no lo sabemos. Quizás aquello, siendo nosotros también busque esa respuesta… y nosotros en consecuencia lo pensamos.


“El concepto de azar corresponde a la idea donde las cosas privadas de determinaciones y de causas quedan abandonadas a sí mismas, neutras, indiferentes, desencantadas"



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