Hubo tantas veces donde la desesperación fue asfixiante.
Tuve que aprender a lidiar con el problema improvisando mecanismos en la marcha.
"Algo puede ser miles de opciones
a la vez" pensé. Con lo que ya no había seguridad alguna.
Había tiempo para dormir, mientras
tanto prefería ver al frente cuando se desplegaba todo un cosmos entero que ardía en ocasiones con intensos colores, atrapando en sus fibras incluso al negro vacío. Aunque mucho era increíblemente asombroso, también no faltaba la incomodidad. La degenerada perversidad de la corrupción, el tumor maligno pasando a través de un chequeo mal implementado.
Recuerdo a las horas alargarse. Sentir
la caricia de los recuerdos memorables y sentir la agitación de los peores miedos
acoplarse a la grieta que no hacía otra cosa que agrandarse.
Tal vez el fin de los mundos creados,
esos que nacen en nosotros gracias a ideas e imaginaciones, tengan un
cataclismo colosal terminando en un agujero negro en el centro del pecho, al
igual que en el mundo real explotan las estrellas. Y no necesariamente saldrá
algo bueno de eso.
Dicen que se debe "seguir". Pero
tal vez ese seguir tenga más que ver con la muerte que con otra cosa.
Quizás la búsqueda también nos mate...
Somos quienes intentamos tener una
esencia, algo que nos identifique como único, tener eso propio de nosotros... e
intentamos mantenerlo a costa de cualquier cosa. Por eso surgen muchas de las
"tragedias"... simplemente es alguien luchando por el objetivo de no
perder lo que piensa lo hace
diferente. Puede matar a sangre fría, puede creer que aquello por lo que está
generando tanto mal es en última instancia algo “necesario”.
Aunque cuando eso específico, que nos
hace diferentes, no puede existir por tal o cual motivo, en consecuencia, el
portador también se extingue.
Parece que lo que sigue viviendo es
entonces una forma totalmente alejada a lo que pensamos... constantemente
sujeta a cambios. Resistir, mantener las formas cuesta más que quien se
adaptan, o más que aquellos otros que directamente cambian. Mutantes...
No lo diría nunca de una manera
despectiva, todos tenemos un grado de cambio.
Tal vez somos formas indefinidas y
abstractas intentando pelear contra la naturaleza.
La adaptación supone esfuerzo...
tiempo, dar formas moldeándolas con unas manos trabajadoras (conscientes o
inconscientes), crear y destruir a partir de bases con la sutileza suficiente
para no tirar estructuras necesarias para la vida. Así que mantener algo solo
será posible mediante ese proceso de adaptarse. Sino aquello querido terminará
muriendo. Y cómo cambiar lo suficiente para mantenerlo libre pero sin transformarlo demasiado como para que deje de ser?
Donde está el error entonces? En
intentar cambiar? En no hacer nada?
Parecemos impulsos trastabillando con
el paso que nos pisa y nos sobrepasa muchas veces, intentando mantener la
marcha. Somos variantes, instancias que se solapan, saltando constantemente
entre un mar de posibilidades infinitas. Somos explosiones químicas de miles de
formulas interactuando entre ellas sin tiempo para ordenarlo todo. Somos
brebajes salpicantes dentro de hoyas regulando el fuego que las quema. Somos ecuaciones arrojando resultados mientras
nos escribimos o nos escriben. Y somos mucho más que todo lo anterior mencionado.
Algunos se reirían de que yo le ponga
importancia a la cordura y al sentimiento. Pero esos son elementos que pueden
destruir otros mundos.
Lo peor de todo es que muchas cosas de
todo esto, de mi vida... deberían resultarme divertidas. Pero lo único que supe
hacer es estar aterrado.
Cuando debería haberlo disfrutado,
tomar aventuras, bromear… una sombra se alargaba en la otra punta y yo volteaba
para verla con mis ojos, así no creer que me volvía loco..
Pero de hecho lo estaba haciendo.
Quizás sea que siempre hay una sombra
detrás, gestándose en los rincones… imperceptible, invisible…
Y no es cuestión hacer de cuenta que no
existe… es muy probablemente mejor aprender a vivir con ella.
El movimiento tiene solo un grado de
predictibilidad y es que simplemente los pequeños puntitos se moverán a
aquellos lugares donde lo dejaran moverse. Se moverá a otro punto de donde se
encuentran, vera la chance en los espacios vacíos.
Pero a que se debe su movimiento? Será
una vibración, un impulso… pero cual es su origen?
Somos vida, si hay algo de consciencia,
viene incorporadas desde las partículas minúsculas moviéndose.
Tal vez aquella combinación entre la
movilidad y quietud, forme
concentraciones de vida y muerte… creando ciclos en bucles infinitos.
Tal vez sea una mezcolanza de
ingredientes indeterminada, donde hay infinitud de información. Nosotros
queremos darle el sentido… queremos brindarles una causa. Pero por qué?
Quizás miremos arriba porque el impulso
viene desde lo profundo del universo. Donde puede habitar lo desconocido, lo
que nos influye desde el comienzo y no lo sabemos. Quizás aquello, siendo
nosotros también busque esa respuesta… y nosotros en consecuencia lo pensamos.
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