viernes, 24 de mayo de 2013

Todo cambia cuando nos permitimos reír... Ergo Proxy cap 16 Ocupado haciendo nada




Escrito al rededor de 20 días...:

Quería comentar que hoy vi el capítulo 16 de Ergo Proxy...

Me interesó desde el primer momento… cómo se desarrollaba la historia...
De repente atrapados en el medio del viaje, sin ningún lugar donde ir...
Era un reflejó de la vida misma…
La seriedad de Lil Meyer, su desesperación, su mal humor.
No podía entender a Vicent ni a Pino, la pequeña auto-rave, notando su falta de plan ante la crítica situación.
Empieza a sentirse desanimada, y solo puede ocupar su tiempo en observar el desolado ambiente que se extendía a su alrededor. Ver cómo pasaba el tiempo, pareciendo que nada podía cambiar el transcurso inquebrantable de la vida. Días enteros sucedían... yéndose crueles, sin ninguna señal que les diga que les ayudaría.
En un momento Lil entra en razón de su manera de ser observando al auto-rave que imita sus acciones, sus gestos serios, sus retos a Vincent. Me hace abrir la interrogante… Qué cambiaríamos nosotros si nos diéramos cuenta de cómo se ve realmente…

Su nave necesitaba viento por lo que, no había posibilidad de avanzar. Probablemente llegarían a cruzar pocos kilómetros antes que necesitar algo de los suministros de la nave, agua, comida, refugio, baño.

Pero… todo cambia cuando comenzamos a permitirnos reír y tener un poco de humor.
Tu vida no va a cambiar e incluso parecerá cotidiana y monótona si no piensas o haces algo diferente.

Me es algo admirable como el ser humano puede contar con esperanzas, con voluntad, con humor incluso en los peores momentos...

Cuando nos permitimos reír, cuando nuestras miradas cambian, cuando nuestros ojos se alivian, cuando dejamos de tensionar la angustia... y nos relajamos... es cuando el "viento" parece cambiar... todo tiene otro rumbo, otro fin…

Hay que disfrutar de cada cosa y de cada persona. Nunca debemos dejarnos estar, eso no significa hacer las cosas desesperados, atropellando todo a nuestro paso, ni pretender que la vida “piense” que no contamos con esa desesperación cuando realmente si lo estamos. No significa tampoco que no tengamos que hacer nada... debemos participar activamente desde nuestra base lógica dictada por el pensamiento y desde la voluntad venida antes de que podamos siquiera razonar... hay una parte fundamental de espontaneidad. Así lo creo.
Cuando menos lo esperemos podemos estar allí de nuevo sin siquiera ser conscientes, reprochando el curso desafortunado que tuvimos, gruñendo un poco, pidiendo a gritos que cambie, poniéndole ganas y actitud. O quizás nos encontremos ahí, al fin algo más relajados intentando mantenerlo todo, pretendiendo que nos pertenece, no desde un aspecto físico sino de sentimiento.
A veces es mejor frenar nuestra propia embestida de rabia, y sentarnos a ver el mundo... pero otras veces necesitaremos salir de la posición de reposo, levantarnos con nuestros propios pies así comenzar a intervenir. Chocando con la vida, mostrándole que ahí estamos presentes... conscientes desde algún punto de vista de nuestro incierto camino.
Que es lo que pase... no lo sabemos, pero es mejor ser digno y dar lo mejor hasta el final....


“Querido diario… hoy no corre nada de viento.”
“solo estamos perdiendo tiempo”

 “A veces me llego a sorprender a mí misma”

Al final llega el viento. Pero lo que Lil Meyer aprendió allí es algo que no olvidará jamás.


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