Hoy es un día aparentemente normal. Quería
encontrarme con algún pensamiento revelador o alguna alegría de esas que te
vienen de repente sin estar seguro por qué.
Pero solo se me ocurre que hoy es como siempre y
que importo menos de lo que alguna vez me imagine.
Quién era yo igual como para adjudicarme valores altos
cuando en cada oportunidad fue señalado como nimiedad…
Ahí va un intento, pero el aire de afuera no llega
a renovarme, ni siquiera las cosas nuevas pueden sacarme. Ni el aire, ni el
paisaje, ni hablar con nadie.
Como me gustaría introducirme en tus sueños y
acariciarte hasta que me despidas de él. Como me gustaría ser un segundo de tus
pensamientos o un mínimo impulso de placer. Pero acá estoy y no soy nada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario